Como se conoció en estos días, el legendario estadio será derribado dentro de diez años para ampliar la estación Pensilvania de tren. Un inédita investigación sobre los argentinos que brillaron en el MSG desde Ringo Bonavena, pasando por Monzón, hasta Maravilla Martínez.
Algo debe tener el Madison Square Garden para que tantísimos mitos se hayan subido a su ring, tal como si fuesen dioses griegos habitando las alturas del monte Olimpo. Algunos dirán que no es nada nuevo, acaso, el parentesco entre la cultura griega y el pugilismo, deporte que se practicó con devoción en los Juegos Olímpicos de la Antigüedad. Pero toda esa historia, quedará viva sólo en los recuerdos porque dentro una década será demolido.
La noticia provoca un sin fin de reacciones, y agita una mezcolanza de los más gratos apellidos del boxeo argentino. En el selecto cuadrilátero de “La Gran Manzana”, en "31st street y 7th avenue", pelearon los más grandes entre los grandes del planeta y de nuestro país. El último fue Sergio Maravilla Martínez. A los 37 años cumplió el sueño del pibe, y por primera vez en 15 años, se presentó en el templo del boxeo mundial. Estuvo a la altura: en marzo del año pasado, derrotó por nocaut técnico al irlandés Matthew Macklin.
Así como muchos nacen soñando jugar un Mundial, cualquier boxeador se sacrifica para ser campeón mundial. Y llegar algún día cualquiera a pelear en el estadio de Nueva York. Ahora bien: ¿Qué hay detrás de Martínez? Decenas de historias. Algunos mitos, como si estuviesen escritos en rollos de papiro, aún siguen inmunes en la memoria popular, porque allí Carlos Monzón sacó un escopetazo que hundió a Tony Licata, el 30 de junio del 75. Hasta ese entonces el santafesino era el único rey mediano que no había pisado el MSG.
Se cuenta también, con dudosa certeza, que más atrás, el Mono Gatica, de un "estilo ciclotímico", según el New York Times, cayó por ponerle la mandíbula a Ike Williams (PKO1 el 5 enero del 51). Y los estadígrafos apuntan que allí, por una sanción de la FAB, debutó como profesional Ringo Bonavena que, al final, pelearía en el MSG ¡10 veces! Y se daría el gusto de minar el orgullo de Muhammad Alí. (PKOT15 el 7 de diciembre del 70)
Lo cierto es que el actual Madison es el cuarto edificio, inaugurado en 1968. Antes, en los otros tres templos, pasaron más apellidos, pero es preferible destacar a los renombrados como Luis Ángel Firpo (GKO 12 vs. Bill Brennan, en 1923), Goyo Peralta (perdió con George Foreman y ganó dos veces), Eduardo KO Lausse (ganó 4 y empató una), Jorge Fernández (perdió con polémica ante Griffith y ganó 3), el Negro Thompson (ganó una, empató otra, y perdió dos, una con Kid Paret) y Víctor Galíndez (GPP vs. Jorge Ahumada, el 30 de julio del 75).
¿Y quién olvida el batacazo de Carlos Baldomir? Este pasó de vender plumeros en Santa Fe a consagrase campeón mundial en EE.UU. al ganarle al local Zab Judah (el 7 de enero de 2006). Se reconoce, además, a los que perdieron aquí sus invictos, Justo Suárez (vs. Billy Petrolle, en 1931 perdió tras 28 peleas) o el vigente Omar Narváez, a quien se le cortó la racha de casi 11 años contra el filipino Nonito Donaire, el 22 de octubre de 2011. Los recuerdos afloran y se saltean épocas, con el aporte del historiador Marcos Vistalli, surgen en una misma bolsa mezclados Alexis Miteff, César Brión, Raúl Landini, Juan Carlos "Puma" Rivero, Ángel Sotillo, Abel Cestac y Antonio Marcilla, quien alimentó en el MSG su récord de peleas consecutivas ganadas por KO. A todos ellos, se le puede añadir los italianos naturalizados argentinos Eduardo Corti y Victorio Campolo. Nombres y más nombres. Todos, vencedores o vencidos, dejaron una huella. El Madison tiene un costado celeste y blanco.
En memoria de Julio Ernesto Vila.
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