Ir al contenido principal

¿Le curaron mal el ojo a Matthysse?



A un mes de la explosiva pelea que protagonizó ante Danny García, el rincón de Matthysse quedó en el ojo de la tormenta. La fractura en el ojo derecho del chubutense en el sexto round cambió el rumbo de la pelea. Y aún hoy quedaron interrogantes que despiertan polémicas. ¿Falló el rincón que no le pudo desinflamar bien el ojo? ¿Por qué no se usó hielo? ¿Los perjudicó la estrategia del médico? ¿Orinó sangre en el doping?
 

"I can't see nothing. Gotta open my eye. Cut me, Mick. Cut me. Cut me": No puedo ver nada, corta mi ojo, cortame el párpado, Mick cortame, cortame) Más de uno habrá recordado aquella frase célebre de Rocky Balboa a su entrenador en la pelea ante el campeón Apollo Cread. Al cabo, no es más que una escena de un clásico de cine. Pero como la pelea de Matthysse-García tuvo cosas de Hollywood, no falta quien pensó que la mejor manera de curarle el ojo a Matthysse era haciéndole un corte. Es más, hasta el especializado periodista Eduardo Lamazón formuló una dura crítica contra el rincón del argentino. Dijo a la web Primer Guante: "Lo del ojo fue un accidente que no se puede preveer. Pero me dijeron que no tenía hielo en el rincón".

Quien siguió la transmisión por el canal Space pudo escuchar los comentarios de Miguel Díaz, uno de los curaheridas más prestigiosos del mundo del boxeo. Y en ningún momento, éste habló de un mal trabajo del rincón de Matthysse. Pero, así y todo, Cuty Barrera salió a dar explicaciones ante la consulta de Primer Golpe: "Lamazón está loco, lo primero que hacemos es llevar hielo en el bolsito donde está el hierro congelado. Para cualquier golpe en los ojos o en la frente. Y casi ni lo usamos. Le bajamos la inflamación con los dedos. El tema es que para que se desinflame, según el médico tienen que pasar diez minuto. Por eso se la bajamos en el décimo asalto. El problema era que cuando se sonaba la nariz. Me da bronca que salga a decir cualquier cosa":

Llevaba bien la pelea Matthysse, pero el séptimo round García lo pellizcó "con una mano que nadie vio" y ahí empezó a derrumbarse. Hizo lo que pudo, al tun tun, con la visión de un ojo solo. Y por poco, se le escapó la pelea en las tarjetas. Enseguida, se confirmó que Matthysse sufrió una fractura en el piso de orbita derecho. Terminó golpeado, y triste. Es más, cuando fue al control antidóping, según pudo averiguar este medio, orinó sangre. La queja de la esquina de Matthysse fue que García abusó de los golpes bajos sin ningún pudor. Ahora bien, ¿qué hubiera pasado si a Matthysse le ponían hielo antes? Por lo pronto, el doctor
Roger Anderson (estuvo en el rincón de Maravilla, y de Marcos Maidana, por ejemplo) prefirió curarlo con la planchita. Lo de Matthysse fue mal de ojo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL BOXEO, LA MEJOR RECETA PARA SER FELIZ

POR ADRIÁN MICHELENA Quería ser médico, soñaba con recibirse y salvar vidas. Matías Ariel Vidondo (42 años, Neuquén) lucía con aspiraciones más grandes que su cuerpo de 190 centímetros y 120 kilos. Con veintipico de años entonces fue que llegó a la Universidad de Rosario para estudiar en la Facultad de Medicina, pero algo pasó en el medio que le hizo cambiar de plan. Una pasión le ganó a la razón, el corazón pudo más que la ciencia. “ Yo no me hice boxeador. De hecho, siempre fui boxeador, pero mis viejos querían que fuera médico. Entonces le dí para adelante con los estudios académicos, hasta que advertí que no era feliz, que tenía que cambiar de plan” , cuenta el hombre de las manos quirúrgicas en cuestión. Vidondo estudiaba y estudiaba, Anatomía, Bioética, Química, Inmunología y cuántas cosas más, pero tenía la cabeza puesta en otro lado, en el ring, en las dietas, en pegar sin recibir, el quería ser boxeador profesional y lo logró: en el 2010 debutó como profesional, con un triun...

DEBATE MUNDIAL: LOS MEJORES Y PEORES APODOS DEL BOXEO

POR ADRIÁN MICHELENA. Ahí están los apodos, peleando arriba del ring, junto a los boxeadores. Ahí está Jorge Castro yendo hacia adelante como una Locomotora . Ahí está el zurdo Coggi, que pega con su Látigo a gusto. También se lo puede ver Sergio Martínez, visteando de Maravilla . Y más en el sur anda Omar Narváez, ese viejo viento que sopla rivales como un Huracán . Todavía se cuentan las leyendas de Nicolino Locche, que, según dicen, era Intocable de día y de noche. Los antiperonistas acusan a Gatica de comportarse como un Mono , pero su acérrimo rival,  Alfredo Prada, no juzga a nadie. Hay que ser Cabezón para combatir cuatro veces con el preferido de Eva Perón. La historia del boxeo argentino se cuenta sola, leyendo algunos apelativos que marcaron una época. En este artículo de Un Round Más la propuesta, antojadiza, nos permite bucear en el fabuloso mundo de los apodos. La riqueza del castellano, los giros del lenguaje, los juegos de palabras, las jergas han derivado...

GEORGES CARPENTIER, EL BOXEADOR SIN BALANZA

El francés Georges Carpentier tan elegante era que cuando peleaba siempre parecía primavera. Sus desplazamientos medidos, sus esquives cuidados y sus golpes artísticos le valieron el apodo del Hombre Orquidea, flor de denominación para este hombre esbelto y espigado. Protagonizó un peleón con el estadounidense Jack Dempsey, de hecho fue parte de la primera "Pelea del Siglo", porque nunca antes un combate había recaudado un millón de euros. Debutó como profesional en 1905 y se retiró con un récord de 91-14-6 (59 ko's), en 1926. Según la prensa especializada, probablemente fue el mejor mediopesado de la historia de Francia, pero además tuvo un extraño récord. Inició su carrera en mosca y terminó en pesado. Ocho divisiones distintas recorrió Carpentier, un caso parecido es el del filipino Manny Pacquiao, quien subió de mosca a superwelter ¿Se imaginan hoy, un boxeador que haga toda la escalera de los pesos? Difícil, con la cantidad de divisiones existentes (¡17 categorías...