Por Adrián Michelena
A propósito de los accidentes de los boxeadores mexicano Felipe Orucuta y estadounidense Zab Judah, quienes fueron hospitalizados por distintos accidentes cerebrovasculares, conviene preguntarse varias cosas.
1) ¿El boxeo de hoy tiene lugar para parar la pelota y sentarse a debatir sobre la salud de los boxeadores del hoy, del ayer y del mañana? ¿No es momento ya de operar de urgencia, de tomar cartas en el asunto, antes de que se muera un boxeador arriba del ring? ¿Por qué no empezamos a mirar boxeo, antes de la pelea? ¿Por qué no reparamos en esas durísimas sesiones de sparring antes de la guerra televisada que nadie tiene en cuenta? ¿Por qué en el deporte que más se golpea la cabeza, no se exigen exámenes avanzados de la cabeza? ¿Es hora de empezar a cuidar a los boxeadores, o vamos a simplificar el asunto y considerar hechos aislados las nuevas muertes del boxeo?
2) ¿Qué nos dice como sociedad que estemos hablando y sigamos comentando un resultado de una contienda deportiva, cuando uno de los actores de turno tiene su vida pendiendo de un hilo? ¿Qué nos está pasando, señores, hemos perdido la sensibilidad y sensatez? ¿Por cierto, qué nos dice que, algunos comunicadores, repitan frases del estilo "muñeco a la lona" para describir la caída de un boxeador, cuando el que está tirado en el tamiz es un ser humano, de carne y hueso, en pleno shock, sufriendo, tal vez, una accidente cerebro vascular?
3) ¿Alcanzan los esfuerzos, por ejemplo, hechos por el Consejo Mundial de Boxeo, uno de los organismos más idóneos en materia de seguridad deportiva e innovación reglamentaria? ¿Por qué el resto de la comunidad del boxeo no acompaña al organismo mexicano para seguir extremando sus medidas para proteger la salud de los boxeadores? ¿Es causalidad o fatalidad del destino que en un mismo fin de semana dos boxeadores de elite como Orucuta y Judah hayan terminado internados por causas más o menos similares?
4) ¿Por qué motivo, después de 300 años de boxeo reglamentado, todavía las comisiones de boxeo del mundo no han unificado criterios reglamentarios? ¿Qué impide que se haga una convención mundial para mostrar criterios ejemplificadores? ¿Es aceptable, es creíble, que en un sitio boxeadores tengan sus licencias prohibidas para boxear y, a los dos o tres días, crucen de estado y estén peleando como si nada en carteleras de significativa importancia?
5) ¿El caso de Edwin Valero no nos sirve para entender el vacío legal existente? ¿Si el boxeador quiere pelear, pelea? En el 2010 un cirujano de Nueva York, Barry Jordan, le prohibió boxear porque entendió que existía riesgo cerebral, luego de una operación que había tenido en el 2001 tras un accidente en moto. Pero fue autorizado para pelear en Irvine, Texas y California. ¿Pudo haber incidido esta condición en su posterior desenlace trágico, con el femicidio de su mujer y su posterior suicidio?
6) ¿La cultura de llevar al boxeador al sauna para bajar de peso, la cultura de hacerlo correr para que dé la categoría o de deshidratarlo lo más que se pueda, no debería estar vetada por la ley? ¿Se olvidaron que ya en el 2013 Orucuta no daba el peso supermosca? ¿Se olvidaron que tuvo que salir a correr y a deshidratarse antes de pelear con Narváez porque se caía la pelea titular OMB? ¿Lo que antes era un ritual o parte del folclore del boxeo, es normal que se siga practicando?
7) ¿Sabiendo que cuando se produce la deshidratación, el cerebro también se deshidrata, y se produce una alteración morfológica, por qué el boxeo sigue con esa práctica rudimentaria y salvaje? La ciencia ha llegado a la conclusión (en un lenguaje no científico) de que la deshidratación achica el cerebro y la cavidad craneal "le queda grande", por lo que aumenta el riesgo de que los golpes en la cabeza rompan vasos sanguíneos, porque el cerebro se mueve como un flan que golpea con las paredes de una caja...
8) ¿Los árbitros deportivos, además de reglamentos y cuestiones técnicas, deberían tener conocimientos de medicina para contar con mayores herramientas a la hora de decidir si se frena o no un combate? ¿No será que un boxeador puede estar noqueado de pie, aún moviendo su cintura, y esquivando trompadas? ¿No será que ese estado de supuesta consciencia en realidad es un reflejo mecánico de un tipo que ya está ko? ¿No será que los médicos no saben de boxeo y los réferis no saben de medicina? ¿Por qué no formar un super especialista?
9) ¿Por qué, como apunta el periodista Julius Julianis, la Comisión de Nueva York, no permite la ingesta de bebidas con electrolitos y suero luego del pesaje? ¿Por qué pasan de largo los reclamos de Angel Memo Heredia, ex preparador físico de Juan Manuel Márquez y Julio César Chávez Jr, quien escribió en Twitter: Las deshidrataciones no sólo suelen ser letales para el desempeño físico sobre el cuadrilátero, sino también para la vida del boxeador. Dejemos la vieja escuela y cambiemos a la ciencia deportiva"?
10) ¿Por qué en mayor medida no se exigen resonancias magnéticas para expedir una licencia de boxeador? ¿Quién debe hacerse cargo de pagar estos exámenes, el estado, el mánager, el promotor de la pelea, los organismos internacionales, el boxeador? ¿Por qué en Inglaterra se puede hacer lo que no se hace en los Estados Unidos o Argentina? ¿Por qué el Reino Unido exige resonancias magnéticas, con el fin de visualizar mejor las regiones del cerebro, en un diagnóstico por imágenes de avanzada, y en Argentina seguimos con el electroencefalograma, un estudio inventado hace más de 70 años?
11) ¿Será que como se preguntó Julio Ernesto Vila, en su libro El Boxeo y yo, algo pasa en el cerebro de los boxeadores, situación que se manifiesta, por ejemplo, en distintos accidentes automovilísticos? ¿Es casual que, en un repaso rápido y sin recurrir al archivo, se me vengan a la mente decenas de accidentes vehiculares de boxeadores como Sergio Víctor Palma, Látigo Coggi, Jorge Castro, Edwin Valero, Omar Narváez, Marcos Maidana, y Paul Williams, quien quedó paralítico luego de pegarse un palo con su moto, apenas dos años después del nocaut que le propinó Maravilla Martínez?
12 ¿Será que el boxeo deberá retomar el legado de Don José Sulaimán, ese líder visionario, innovador, que ya en la década del ochenta bajó los rounds de 15 a 12 porque la mayor cantidad de nocauts se producían, justamente, en esos asaltos finales? ¿Será que Don José tenía razón con esa idea que tuvo hace cuarenta años para aumentar los descansos entre round y round a un 1'30 segundos? ¿Son prioridad los trabajadores del ring, aquellos que generan riqueza? ¿Cuándo vamos a entender que el boxeo no es ni debe ser una cuestión de vida o muerte?
A propósito de los accidentes de los boxeadores mexicano Felipe Orucuta y estadounidense Zab Judah, quienes fueron hospitalizados por distintos accidentes cerebrovasculares, conviene preguntarse varias cosas.
1) ¿El boxeo de hoy tiene lugar para parar la pelota y sentarse a debatir sobre la salud de los boxeadores del hoy, del ayer y del mañana? ¿No es momento ya de operar de urgencia, de tomar cartas en el asunto, antes de que se muera un boxeador arriba del ring? ¿Por qué no empezamos a mirar boxeo, antes de la pelea? ¿Por qué no reparamos en esas durísimas sesiones de sparring antes de la guerra televisada que nadie tiene en cuenta? ¿Por qué en el deporte que más se golpea la cabeza, no se exigen exámenes avanzados de la cabeza? ¿Es hora de empezar a cuidar a los boxeadores, o vamos a simplificar el asunto y considerar hechos aislados las nuevas muertes del boxeo?
2) ¿Qué nos dice como sociedad que estemos hablando y sigamos comentando un resultado de una contienda deportiva, cuando uno de los actores de turno tiene su vida pendiendo de un hilo? ¿Qué nos está pasando, señores, hemos perdido la sensibilidad y sensatez? ¿Por cierto, qué nos dice que, algunos comunicadores, repitan frases del estilo "muñeco a la lona" para describir la caída de un boxeador, cuando el que está tirado en el tamiz es un ser humano, de carne y hueso, en pleno shock, sufriendo, tal vez, una accidente cerebro vascular?
3) ¿Alcanzan los esfuerzos, por ejemplo, hechos por el Consejo Mundial de Boxeo, uno de los organismos más idóneos en materia de seguridad deportiva e innovación reglamentaria? ¿Por qué el resto de la comunidad del boxeo no acompaña al organismo mexicano para seguir extremando sus medidas para proteger la salud de los boxeadores? ¿Es causalidad o fatalidad del destino que en un mismo fin de semana dos boxeadores de elite como Orucuta y Judah hayan terminado internados por causas más o menos similares?
4) ¿Por qué motivo, después de 300 años de boxeo reglamentado, todavía las comisiones de boxeo del mundo no han unificado criterios reglamentarios? ¿Qué impide que se haga una convención mundial para mostrar criterios ejemplificadores? ¿Es aceptable, es creíble, que en un sitio boxeadores tengan sus licencias prohibidas para boxear y, a los dos o tres días, crucen de estado y estén peleando como si nada en carteleras de significativa importancia?
5) ¿El caso de Edwin Valero no nos sirve para entender el vacío legal existente? ¿Si el boxeador quiere pelear, pelea? En el 2010 un cirujano de Nueva York, Barry Jordan, le prohibió boxear porque entendió que existía riesgo cerebral, luego de una operación que había tenido en el 2001 tras un accidente en moto. Pero fue autorizado para pelear en Irvine, Texas y California. ¿Pudo haber incidido esta condición en su posterior desenlace trágico, con el femicidio de su mujer y su posterior suicidio?
6) ¿La cultura de llevar al boxeador al sauna para bajar de peso, la cultura de hacerlo correr para que dé la categoría o de deshidratarlo lo más que se pueda, no debería estar vetada por la ley? ¿Se olvidaron que ya en el 2013 Orucuta no daba el peso supermosca? ¿Se olvidaron que tuvo que salir a correr y a deshidratarse antes de pelear con Narváez porque se caía la pelea titular OMB? ¿Lo que antes era un ritual o parte del folclore del boxeo, es normal que se siga practicando?
7) ¿Sabiendo que cuando se produce la deshidratación, el cerebro también se deshidrata, y se produce una alteración morfológica, por qué el boxeo sigue con esa práctica rudimentaria y salvaje? La ciencia ha llegado a la conclusión (en un lenguaje no científico) de que la deshidratación achica el cerebro y la cavidad craneal "le queda grande", por lo que aumenta el riesgo de que los golpes en la cabeza rompan vasos sanguíneos, porque el cerebro se mueve como un flan que golpea con las paredes de una caja...
8) ¿Los árbitros deportivos, además de reglamentos y cuestiones técnicas, deberían tener conocimientos de medicina para contar con mayores herramientas a la hora de decidir si se frena o no un combate? ¿No será que un boxeador puede estar noqueado de pie, aún moviendo su cintura, y esquivando trompadas? ¿No será que ese estado de supuesta consciencia en realidad es un reflejo mecánico de un tipo que ya está ko? ¿No será que los médicos no saben de boxeo y los réferis no saben de medicina? ¿Por qué no formar un super especialista?
9) ¿Por qué, como apunta el periodista Julius Julianis, la Comisión de Nueva York, no permite la ingesta de bebidas con electrolitos y suero luego del pesaje? ¿Por qué pasan de largo los reclamos de Angel Memo Heredia, ex preparador físico de Juan Manuel Márquez y Julio César Chávez Jr, quien escribió en Twitter: Las deshidrataciones no sólo suelen ser letales para el desempeño físico sobre el cuadrilátero, sino también para la vida del boxeador. Dejemos la vieja escuela y cambiemos a la ciencia deportiva"?
10) ¿Por qué en mayor medida no se exigen resonancias magnéticas para expedir una licencia de boxeador? ¿Quién debe hacerse cargo de pagar estos exámenes, el estado, el mánager, el promotor de la pelea, los organismos internacionales, el boxeador? ¿Por qué en Inglaterra se puede hacer lo que no se hace en los Estados Unidos o Argentina? ¿Por qué el Reino Unido exige resonancias magnéticas, con el fin de visualizar mejor las regiones del cerebro, en un diagnóstico por imágenes de avanzada, y en Argentina seguimos con el electroencefalograma, un estudio inventado hace más de 70 años?
11) ¿Será que como se preguntó Julio Ernesto Vila, en su libro El Boxeo y yo, algo pasa en el cerebro de los boxeadores, situación que se manifiesta, por ejemplo, en distintos accidentes automovilísticos? ¿Es casual que, en un repaso rápido y sin recurrir al archivo, se me vengan a la mente decenas de accidentes vehiculares de boxeadores como Sergio Víctor Palma, Látigo Coggi, Jorge Castro, Edwin Valero, Omar Narváez, Marcos Maidana, y Paul Williams, quien quedó paralítico luego de pegarse un palo con su moto, apenas dos años después del nocaut que le propinó Maravilla Martínez?
12 ¿Será que el boxeo deberá retomar el legado de Don José Sulaimán, ese líder visionario, innovador, que ya en la década del ochenta bajó los rounds de 15 a 12 porque la mayor cantidad de nocauts se producían, justamente, en esos asaltos finales? ¿Será que Don José tenía razón con esa idea que tuvo hace cuarenta años para aumentar los descansos entre round y round a un 1'30 segundos? ¿Son prioridad los trabajadores del ring, aquellos que generan riqueza? ¿Cuándo vamos a entender que el boxeo no es ni debe ser una cuestión de vida o muerte?
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